Una obra sobre la migración, la memoria y la pertenencia…
Cuando se produce un acto migratorio se genera un pequeño sismo alrededor. Se puede migrar en soledad, pero las vibraciones que sacuden la tierra repercuten en mucha gente, aunque no salgan en la foto del pasaporte.
Trazar este recorrido nos lleva a buscar los rastros, las huellas que se dejan al pasar por un lugar, al entablar una conversación, al crecer en un tierra y marcharte.
Los rastros se encuentran en los recuerdos de quien migra, recuerdos revividos para alimentar el presente, para no caer.
Los primeros encuentros a la llegada: “Aquí tienes que sonreír. Vienes a trabajar y no a traer problemas”. Las primeras conversaciones con el origen: “No te lo dijimos para no preocuparte” Y pasan los años. Y quien migra vive atravesado por una doble identidad: un ser en el lugar de origen y otro en el de llegada. Una vida paralizada en un sitio, vida explotada en el otro.
Y allá suceden cosas: alegrías, dolores, muertes.
“No te lo dijimos para no preocuparte”. Se repite cada vez más.
Y el sueño de volver se reaviva. Volver como un presagio, una salvación que te reencontrará con tus raíces, con esos recuerdos, con tu ser. Volver. Volver. Volver. Unos días, unos meses, un año. Pero el tiempo no se detiene y ya no se puede volver al punto de salida.
Y quien migra se pregunta cuál es su lugar, dónde volverá a sentir pertenencia, si es que algún día llega…
Dirección: Gregorio Amicuzzi
Intérprete: Vanesa Camarda
Fotografía: Pablo Pascual
Distribución: Cristina Jiménez
Videos: Andreina Salazar, Pablo Pascual
Costuras: Rufina Davila
Flores: Mohamed Omar
Con la colaboración de Juan R. Méndez
Una creación colectiva producida por el CCIC La Tortuga en colaboración con Residui Teatro
Entradas :https://entradium.com/es/events/rastros