Un niño perdido está solo en mitad de su cuarto, explora tu cuerpo, los límites que tiene y los que le han generado. No somos conscientes de que este niño no es como los demás, no tiene complejos, no tiene miedos, es incapaz de ver el mal en nada ni en nadie. Un día su vida, de repente, sin mediar palabra le da un bofetón, al minuto más tarde le devuelve otro el doble de fuerte; nuestro niño intenta recomponerse, saltar, volar y ser feliz.
Se trata de una pieza entre la performance y el teatro documento, por ello desde que el público pone un pie en la sala se está dando lugar un acontecimiento, están siendo testigos y compartiendo una experiencia.
*actividad para socias/os. Si no lo eres, la cuota de asociación es de 1€/año.